Monday, May 15, 2006

No sé qué onda con mi vida

Hoy es lunes, son como la unade la mañana y otra vez no puedo dormir. Creo que ya se está volviendo una costumbre.
Y no es que tuviera ganas de desvelarme, como ayer, que encontré en internet a
gente afin a mí, igual de loca que yo, a la que le gusta crear y contemplar
fotomontajes clónicos y lesbi. Hoy es más bien por otra cosa. Es por una
mezcla de sentimientos que me tienen embargado.Hoy vino a la casa mi prima, una linda chica que es hija de un hermano de mi
mamá. Ella se llama Samantha, y es completamente preciosa. Es una chica muy
delgada, con una cara muy bonita, y una nariz afilada, preciosa. Me encanta.Y como comentaba con mi madre: lástima que sea mi prima!!!
El hecho de que viniera me hizo sentir muchas cosas. Me puso un poco en
contacto con mi familia, a la que casi nunca veo. Me puso a pensar en por qué
no tengo yo a una novia, no digamos ya a una esposa, siendo que hay tantas
chicas ahí afuera que son lindas y que no creo que se disgustaran de andar con
alguien como yo. Me puse a pensar en lo que es mi vida ahorita, tan incierta,
cuando me preguntó que a qué me dedicaba. Ella nos decía que está trabajando
en alguna organización no gubernamental, que tiene algo que ver con las
preparatorias que instaló AMLO aquí en el DF, y que está visitando a gente de
bajos recursos, dando pláticas sobre toda clase de temas como discriminación,
salud reproductiva, feminismo y esas cosas. Todas esas cosas que son sumamente
importantes pero a las que muchas veces el mundo moderno les da la espalda.
También platicábamos de algún primo, que trabaja como gerente en un hotel y
"gana mucho dinero", o de su propio hermano, que trabaja como editor de un
suplemento de un periódico de circulación nacional.
Y cuando me preguntó a mí que qué hacía... me sentí turbado.
No es que me sienta mal por mi trabajo. Yo reconozco que estoy en un puesto
importante, que estoy trabajando con algunas de las marcas más reconocidas a
nivel mundial, como son Toyota o Coca Cola, que no gano poco dinero, y que
puedo decir que estoy en una situación privilegiada. Sí. Tengo eso. Pero, ¿y
luego? No es algo que me satisfaga. Desde siempre sentí un profundo rechazo
por las cuestiones mercadológicas, huí de ellas lo más que pude estando en la
universidad y me ha costado mucho trabajo poder adaptarme incluso a su
lenguaje. Cuando me preguntan que qué hago, digo casi murmurando "en una
agencia de investigación de mercados", apenado, primero, por que suena como
algo casi esotérico y aburrido y, segundo, por que no tiene nada que ver
conmigo. Y sin embargo, traigo acarreando la carga que te impone la sociedad
de que "trabajo es identidad", de que tú eres aquéllo en lo que trabajas. ¿Y
si aquéllo en que trabajas no es lo tuyo...??? ¿Eres aún así aquello en lo que
trabajas??? ¿Un doctor, cuya verdadera vocación es de cineasta, puede
considerarse como doctor, sólo por que ejerce esa profesión? ¿O qué es en
realidad? ¿Doctor? ¿Cineasta? ¿Qué?
Así me está pasando a mí. Sobre todo con la gente que me conoce, que sabe mi
pasado, noto que se desconcierta sobremanera cuando les comento que estoy en
esto. Me miran (o siento que me miran, tal vez sólo soy yo el que proyecto mis
incertidumbres en sus miradas) como diciendo: "éso no eres tú".
¿Entonces qué soy?
Todos estos sentimientos me mortifican.
Por otro lado, algo que todavía no puedo manejar bien y que me tiene en esta
angustia tremenda, es la situación específica de mi trabajo, ya no tanto el
giro de éste.
En donde estoy trabajando, el principal obstáculo es la dueña, una señora
judía que tiene un carácter absolutamente endiablado, que nos mantiene a todos
en la oficina en un estrés impresionante y que amenaza un día sí y el otro
también con que a todos nos van a correr, por que además, está convencida que
todos los seres humanos de este planeta, salvo ella, somos unos pendejos, y
así nos trata.
Y eso me lastima profundamente.
Yo sé que soy una persona inteligente. Siempre me lo han dicho. También sé que
no domino el lenguaje mercadotécnico y que por ello comento errores al
interpretar o decir las cosas con ella. Pero eso es muy diferente a que toda
comunicación con esta persona sea terríblemente difícil, que tengas que
expresar con sumo cuidado cada una de tus palabras por que en cualquier
momento puede estallar la señora y decirte en tu cara que eres un pendejo y
que ella "está cagada".
Es horrible.
Todo esto me hace sentir aún más confundido, con incertidumbres de si meterme
de lleno a la investigación de mercados, si dedicarme a ahorrar y buscar otro
camino, si de salirme voy a encontrar trabajo pronto o voy a estar de nuevo en
el limbo existencial otro buen rato...
No sé, no lo sé, me abruma impresionantemente.

No comments: