Wednesday, May 24, 2006

Mi vida es una novela

La vida es extraña. Los plazos se cumplen. La imaginación se torna realidad.

Veo mi propia vida como si fuera una novela cuyas páginas leyera, sin participar en realidad en ella. Yo mismo he construido esta forma de ver mi vida, alejándome, para ser capaz de soportarla.

Ignoro si esto sea correcto, sé que no lo es, pero es la única forma que tengo para defenderme en un medio ambiente hostil. Hay quien se defiende atacando. Yo me defiendo replegándome. Siempre lo he hecho.

Y en estos tiempos he vivido situaciones difíciles, tratando de adaptarme a entornos que resultan sumamente complicados, desgastantes y enajenantes.

Ayer corrieron del trabajo a Arturo, uno de mis pilares en esa empresa, una especie de catalizador social que me ayudaba a relacionarme con los demás por su carácter por naturaleza expresivo y adaptable, a diferencia del mío, que más en estos tiempos, tiende a replegarse sobre sí mismo. Y me siento extraño.

Hoy fuimos a comer con "la jefa", a un lugar donde venden carnitas en Polanco. Es la primera vez que me subo a su coche, una lancha impresionante y de mucha elegancia. Comimos juntos, ella estuvo de buen humor, bromista y jactanciosa,
nada que ver con la mujer que ví apenas un día atrás, gritando a mares frente a Arturo o antier, gritándole retrasado mental. Literal. Nada que ver con la mujer que vería apenas unos minutos después gritarle lo mismo a Pedro por radio hasta Los Cabos, y después de colgar decir que ese estudio les va a
costar la chamba a él y a Gaby. Es una mujer que se transforma en segundo, arrastrándonos a todos en sus vaivénes emocionales.

La misma mujer que hoy mismo me felicitó por mi manera de escribir, diciéndome felicidades en varias ocasiones y pidiéndome que le ayudara a conseguir a otro
líder de proyectos para ocupar el cargo vacío por Arturo. Y todo esto amablemente.

¿Alquien la entiende?

Y por otro lado las guerras continúan. Juan se fue a la competencia, y al parecer sí nos está afectando por que la cantidad de propuestas y estudios que están entrando están bajando drásticamente.

Por otro lado, mi relación con Sergio está mejor que nunca, confía en mí para que envíe las propuestas, me pide que lea todos sus correos, me dice que es "buena idea" alguna u otra cosa que le he planteado, etcétera. Y me sigo sintiendo ajeno a la mercadotecnia, aunque ya entiendo su lenguaje y aunque no lo domino, creo que funciono en él.

No sé qué sucederá con mi vida.

Y también he tenido algunas cosas interesantes en cuestión (pseudo)amorosa.

Como reemplazo de Juan, entró a trabajar una chica argentina que me agrada mucho, más que por que sea un dechado de belleza o virtudes, creo que es principalmente por ser Argentina. Ella es mayor que yo, tendrá unos cuarenta
años, pero me inquieta, y creo que hay algo ahí flotando en el ambiente. Sé que ella sabe que me gusta.

Y en el plano artístico, sigo muy entusiasmado trabajando mis photoshops que publico en Flickr y trabajando en el mural que siento que cada día me queda más impresionante. Además, me da una sensación de continuidad en mi vida, haciendo que tenga ganas de llegar a la casa sólo para avanzarle un poquito
más, aunque sólo se trate de un pie esbozado o pintar el color del vestido de una de sus protagonistas.

En realidad llego tan cansado por las noches que sólo tengo energías para conectarme un rato y dormir.

Ésa sería una ventaja de no tener trabajo: dispondría de tiempo para seguir creando.

Y, por otro lado, me sigue gustando mucho la serie que estoy viendo de The L Word. Es una serie que no pasan por la tele, al menos no en tele abierta, y que estoy siguiendo capítulo a capítulo en DVD. El estar viendo esta serie también le da a mi vida esa sensación de continuidad que tan desgarradoramente
perdí cuando salí de la escuela.

Sigo viendo mi vida como una novela, y hoy he escrito otro más de sus capítulos, aún sin verterlo en el papel. Espero que alguien mañana desempolve estas líneas, les preste un poco de atención y se identifique en ellas.

Así sabré que mi existencia no ha sido en vano.

No comments: