Vida

Vida

Los tiempos cambian, ineluctablemente. Las personas que conocimos siguen ahí mientras que otras desaparecen. Así. Como si nada: de pronto, alguien de tu pasado reaparece para decirte que otro ha desaparecido. Esta vez para siempre...

Nuevas vidas llegan a este mundo, toman su propia vida. Separadas de tí. Autónomas.

Un día ellas también desaparecerán.

Probablemente -pero nada lo asegura-, después de tí.

Y así por siempre.

Vidas que se encuentran. Periódicamente. Vidas que se alejan, que se agrupan de maneras diferentes con otras vidas. Vidas que crean vida. Vidas que terminan.

Vidas que corren paralelas sin apenas encontrarse, vidas que nacen y mueren sin encontrarse jamás. Indiferentes una de la otra.

Infinitas posibilidades.

Vidas que pudieron ser y nunca fueron. Vidas que son y no son concientes de ello.

Vidas con suerte, con “estrella”. Vidas desdichadas.

Vidas anónimas, desconocidas, invisibles. Vidas radiantes, luminosas, en extremo visibles. Vidas-apariencia. Vidas auténticas.

Vidas simples. Vidas ricas. Vidas plenas. Vidas vastas.

Vidas sin más.

Vidas que comparten. Vidas que se repliegan en sí mismas, autistas. Vidas que aportan vida. Vidas que aportan muerte.

Vidas que simplemente no aportan. Viven. Hasta que un día simplemente desaparecen.

Así.

Sin más.

¿Qué vida eres tú?

Silencio...